Salud física

Influenza

Al igual que con cualquier otra enfermedad, infórmele a la familia si nota algo preocupante en la salud del niño. Comuníquese con el 911 o con el sistema de emergencia local si sospecha que el niño tiene una emergencia médica (en inglés).

La influenza (en inglés), a menudo llamada gripe, es una enfermedad contagiosa que infecta la nariz, la garganta y, a veces, los pulmones.

¿Cuáles son los síntomas de la influenza?

La influenza es más grave que el resfriado común, y la mayoría de las personas con gripe se sienten muy mal. A menudo tienen:

  • Fiebre
  • Dolores corporales
  • escalofríos,
  • tos,
  • Cansancio
  • A veces, náuseas, vómitos y diarrea

¿Cómo se propaga la influenza?

La mayoría de los expertos creen que los virus de la gripe se propagan principalmente por pequeñas gotitas que se producen cuando las personas con gripe tosen, estornudan o hablan. Estas gotitas pueden caer en la boca o la nariz de las personas que están cerca. Con menos frecuencia, una persona puede contraer la gripe al tocar una superficie u objeto que tenga el virus de la gripe y luego tocarse la boca, la nariz o posiblemente los ojos. La influenza se propaga rápidamente porque:

  • Las personas pueden propagar el virus de la influenza antes de saber que están enfermas y después de sentirse mejor.
  • El tiempo entre la exposición y el momento en que se contrae la infección es corto, generalmente dos o tres días.
  • El virus de la influenza puede permanecer vivo 48 horas en el entorno e infectar a las personas que toquen cualquier objeto contaminado con el virus.

La influenza suele ser estacional y ocurre en otoño e invierno. En raras ocasiones, un nuevo virus de la influenza causa una pandemia.

¿Quién está en riesgo?

Cualquiera puede contraer la gripe. Los niños, sobre todo los menores de 2 años y aquellos con afecciones crónicas de salud, corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones por la influenza que muchas veces requieren hospitalización. Pero cualquier niño pequeño, incluidos aquellos sin problemas de salud anteriores, puede tener complicaciones. Entre estas complicaciones están:

  • neumonía;
  • dificultad para respirar,
  • inflamación generalizada de los músculos, incluido el miocardio;
  • Convulsiones
  • encefalitis (infección cerebral);
  • Cambios en el estado mental como confusión, desorientación o pérdida del estado de alerta
  • Disfunción orgánica generalizada
  • muerte.

¿Cómo pueden los proveedores de los programas limitar la propagación de la influenza?

Por lo general, un niño con fiebre, tos o secreción nasal no tiene gripe. Pero puede tener otro virus común, incluso durante la temporada de gripe. No es práctico que los trabajadores de la salud realicen pruebas a todos los niños que podrían tener influenza. Usted deberá basarse en los síntomas y el comportamiento del niño y en la política de exclusión (en inglés) de su programa para decidir si un niño necesita atención o no.

Si un niño tiene fiebre y necesita más atención de la que el personal puede brindar, como la necesidad de que lo carguen todo el tiempo, o si el niño no puede participar en actividades, entonces excluir al niño es lo correcto. Durante la temporada de influenza, un niño que ha sido excluido debido a una sospecha de influenza debe permanecer excluido hasta 24 horas después de que no tenga fiebre sin tomar medicamentos para reducir la fiebre. Los niños son más propensos a propagar el virus de la influenza cuando tienen fiebre.

La exclusión es útil, pero la exclusión por sí sola no funciona bien para prevenir la propagación de la influenza porque el virus está presente antes de que alguien tenga síntomas. Por eso la vacunación es tan importante.

Vacunación estacional

La mejor manera de prevenir la influenza es la vacunación estacional. Los niños mayores de 6 meses pueden vacunarse contra la influenza. Todos los niños mayores de 6 meses y sus cuidadores deben vacunarse contra la gripe todos los años, preferiblemente antes de finales de octubre.
Los niños que reciben la vacuna contra la gripe tienen muchas menos probabilidades de necesitar hospitalización por complicaciones de la gripe que los que no se vacunan. La vacuna contra la gripe también reduce drásticamente el riesgo de muerte de un niño a causa de la influenza.

El personal debe vacunarse contra la gripe para evitar faltar al trabajo e infectar a otros en la comunidad, y para proteger a los niños en sus centros que no pueden vacunarse contra la gripe, incluidos los bebés menores de 6 meses. Los cuidadores y familiares de bebés pequeños deben vacunarse contra la influenza para proteger a los bebés pequeños.

Consulte la Norma 7.3.3 de El cuidado de nuestros niños (CFOC): Influenza (en inglés).

Técnica de lavado de manos

Lavarse las manos es fácil y es una de las formas más eficaces de prevenir la propagación de gérmenes. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) (en inglés) recomiendan estos cinco pasos:

  1. Mójese las manos con agua corriente limpia (tibia o fría), cierre el grifo y aplique jabón.
  2. Enjabónese las manos y frótelas con el jabón. Enjabónese el dorso de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas.
  3. Frótese las manos durante al menos 20 segundos. ¿Necesita un temporizador? Tararee la canción "Feliz cumpleaños" de principio a fin dos veces.
  4. Enjuáguese bien las manos con agua corriente limpia.
  5. Séquese las manos con una toalla de papel limpia o un secador de aire.

Control de infecciones

En un entorno con niños pequeños, el control de infecciones no es fácil debido al contacto cercano, los comportamientos apropiados para el desarrollo, como llevarse juguetes a la boca y comer con las manos, y la incapacidad de los niños pequeños para contener y controlar sus secreciones nasales y orales. El personal puede ayudar haciendo lo siguiente:

  • Lavándose las manos a menudo durante 20 segundos con una buena técnica de lavado de las manos. Lo mejor es lavarse con agua y jabón líquido (en inglés).
  • Ayudando a los niños a lavarse las manos. Láveles las manos a los bebés con agua y jabón en el lavamanos. Ayude a otros niños, asegurándose de que se laven las manos correctamente.
  • Evitando el contacto con las secreciones nasales y la saliva tanto como sea posible. Enseñe a los niños y al personal a que cuando tosan o estornuden se cubran la nariz y la boca con un pañuelo facial desechable si es posible, o con la parte superior del brazo o con el codo si no hay pañuelos faciales disponibles en ese momento. Enséñeles a todos a eliminar la mucosidad de la piel u otras superficies y a lavarse las manos después de usar pañuelos faciales. Cambie o cubra las prendas de ropa que tengan mucosidad.
  • Desechando los pañuelos faciales después de usarlos.
  • Lavándose las manos después de tocar cualquier artículo que tenga mucosidad o saliva.
  • Asegúrese de seguir los pasos de limpieza, saneamiento y desinfección de rutina.

Como siempre, consulte a los expertos en salud de su programa, por ejemplo, el Comité Asesor de Servicios de Salud Física y Salud Mental o el consultor de salud de cuidado infantil, para mantenerse actualizado y desarrollar políticas y procedimientos para prevenir la propagación de enfermedades.

¿Cómo pueden los programas asociarse con las familias?

Considere los siguientes pasos para fomentar la vacunación contra la influenza estacional:

  • Eduque a las familias sobre la gravedad de la influenza y las formas fáciles de vacunarse. Idealmente, el proveedor de atención médica de un niño debe tener vacunas contra la gripe, pero otros lugares tienen vacunas contra la gripe si es necesario. Use el buscador de vacunas contra la influenza e ingrese el código postal para encontrar el lugar más cercano para vacunarse contra la influenza.
  • Organice una jornada de vacunación contra la gripe en su programa para el personal, los niños y las familias. Muchos proveedores de vacunas pueden ayudar a organizar una jornada de vacunación contra la gripe en el centro.
  • Haga un seguimiento de las tasas de inmunización contra la influenza. Enviar recordatorios y consultar con las familias puede hacer que aumenten las tasas de inmunización, lo que reducirá la propagación de la influenza en su centro.

Comparta información con las familias:

Para su boletín de la familia

Adapte los mensajes a continuación para incluirlos en su boletín familiar:

  • La gripe puede ser peligrosa para los niños. Cada año, miles de niños menores de 5 años son hospitalizados a causa de la influenza. La vacuna contra la gripe es segura y ayuda a proteger a los niños de la gripe y sus complicaciones.
  • Todos deben vacunarse contra la gripe. Cualquier persona mayor de 6 meses debe vacunarse contra la gripe para evitar la gripe y evitar propagarla a los bebés que no tienen la edad suficiente para vacunarse.
  • Vacúnese contra la influenza durante el embarazo porque las vacunas contra la influenza no se pueden administrar a bebés menores de 6 meses. Si está en embarazo, puede proteger a su hijo antes de nacer si se vacuna contra la gripe. Le estará transmitiendo una protección que durará varios meses después del nacimiento de su bebé.
  • La vacuna contra la gripe es segura. Puede prevenir infecciones, reducir hospitalizaciones y reducir el riesgo de muerte por influenza. Las personas que recibieron la vacuna tienen muchas menos probabilidades de enfermarse gravemente o de necesitar ir al hospital si contraen la gripe.
  • En su departamento de salud local hay vacunas disponibles contra la gripe sin costo o a bajo costo. Vacúnese contra la gripe antes de finales de octubre. Considere agregar información de contacto específica para las clínicas de vacunación del departamento de salud más cercano en su boletín.