Journeys of Hope and Courage - Empathizing

Journeys of Hope and Courage: Module 4 – Empathizing

Jornadas de esperanza y valor: Módulo 1 - Empatizar‌

Eileen: You have the opportunity to not only listening to someone’s story, but listen to it in such a way that you are able to cast a light on their heroic aspect of their journey. In doing that you as well recognize the times in your life, your own transitions that you have acted in a heroic way. And it really resonates.

Mirta: Es importante también que yo me ponga en los zapatos de otras personas ¿Cómo sentiría yo si estuviera en las mismas circunstancias de esas personas? Eso es bien claro, bien importante.

Sabes que algo que se me vino a la mente ahorita. Tú estás hablando de -- tú miras para el futuro de tus hijos, que tienes más para el futuro de tus hijos, pero dentro de ti hay una gran tristeza.

Leonor: Sí.

Mirta: ¿Cómo es que tú puedes aguantar esa tristeza? O sea, tú tienes a tus hijos, pero ¿qué es lo que te... dentro de ti existe que te ayude? porque yo siento como que tienes una gran tristeza.

Leonor: Ayuda más a salir adelante, como te he dicho, por mis—por mi bebé, o sea, los hijos que tengo aquí. Como ellos, más que nada, son nacidos aquí yo quiero que... Ahora sí que si yo no sé el inglés, ellos para el futuro sepan, por lo menos, los dos idiomas. Y que ellos que ya tienen papeles aquí.

Mirta: Que tengan un futuro diferente.

Leonor: Que tengan un futuro diferente. No como el de nosotros. Mirta: Y eso es lo que te ayuda a aguantar tu tristeza que tienes. Leonor: Es lo que me ayuda más a aguantar estar aquí, todo.

Bárbara: Y te -- esfuerzas a hacer todo lo que... Leonor: No, pues sí.

Bárbara: Sí, pero es una cosa muy grande lo que estás aguantando ahora.

Leonor: No, sí ahorita sí, por mi hijo que, pues, no está con mis papás. Eso es lo que me está preocupando como le digo.

Bárbara: No sabes dónde está.

Leonor: No, 'tá chiquito ya estuviera, pues, qué sé yo de 15 años, 18 años, pues, ya sabe lo que hace, ya sabe dónde va, ya sabe qué va a hacer.

Bárbara: ¿Pero tienes esperanzas?

Leonor: Sí, tengo esperanza, ahorita, de recuperarlo en un mes, a ver qué pasa.

Mirta: ¿Qué edad tiene tu hijo? Leonor: Tiene 11 añitos.‌

Mirta: Sabes que ahorita que tú dices, tú mantienes diciendo que tienes la esperanza de recuperarlo en un mes ¿A qué te refieres? ¿Hay algo que...?

Leonor: A encontrarlo, porque este, pues, tiene que estar allá ¿Dónde más puede ir? Está chiquito ahí donde nosotros vivimos. Se conoce. Yo, pues, pienso que sí lo voy a recuperar, no sé ahorita.

Mirta: El hecho que tú estás ahí en frente de la familia escuchándole, le da como una-- no le da una solución, pero si lo hace a que la persona sepa que hay otra persona, otro ser humano que está compartiendo su pena, que entiende su pena, que sabe, quizás, que no sabe exactamente cómo se -- siente, pero que sí la puede entender, la pude sentir. Puedes llorar con esa familia, puedes abrazarla, puedes decirle que lo sientes mucho, porque no le puedes dar una solución fácil.

Lo único que yo te tengo que decir, Leonor, es que tú estás haciendo un trabajo extraordinario. Leonor: Sí, tengo que salir adelante

Mirta: Vas a salir adelante. Vas a salir adelante. Tienes una... Yo le he dicho a Bárbara especialmente que tú eres una... o sea, lo menciono de una forma, así, general de que yo pensaba que tú tenías mucho que decirnos y mucho que darnos.

Leonor: Sí.

Mirta: Porque eres una persona que tu historia es especial. Con tus nenes allá, a pesar de la tristeza que tienes.

Leonor: Sí, pues, tengo que trabajar para mandarles dinero, que ellos...

Mirta: Y con los chiquitos acá que también estás haciendo el esfuerzo, y a pesar de que estás llena de tristeza, siempre te miro con una sonrisa. Donde quiera que vas te miro con una sonrisa, tratando de darle la cara positiva a todo, tratando de animarte a ti misma, de seguir adelante, que tu tristeza no te acongoje tanto que no puedas moverte sino que te...

Leonor: No, de por sí. Aunque me ves así, Mirta, pero en el trabajo, luego, me dicen, "¿Y ahora qué te pasa?" Digo “No nada ¿Por qué?", porque, o sea, siempre me ven que me ando riendo, ¿ves? pero por dentro no. Digo, "No nada no más. Me da risa" y ya.

Mirta: Que tú misma te animas y esa es una cosa positiva que, aún, en medio de tu tristeza tú puedes sacar fuerza para...

Leonor: Sí hasta en la casa. Ahí con mis hermanas. Luego, dice mi hermana, "Bueno, y ahora tú qué te pasa, siempre tienes el estéreo a todo volumen" y le digo, "Aha, sí". No más y ya.

Bárbara: Adentro tienes mucho dolor, pero no lo quieres enseñar.

Leonor: No, porque no quiero que mis hermanas se sientan mal también. O sea, no quiero que mi propia familia se sienta mal. Sí, porque pues, o sea, si yo las desanimo, me van a desanimar también y es lo que no quiero.

Mirta: Tú sacas fuerzas para darle fuerza a otros. Leonor: Sí. [Risa]

Mirta: Y cuando tú no tienes una solución fácil, es difícil -- para ti personalmente, porque quisieras encontrar la solución, pero creo que, a la vez, le das un poquito de alivio a la mamá o al papá que dejó al niño sabiendo que tú no lo juzgas porque, "Dejaste el niño atrás, cómo pudiste hacer eso" Tú no estás haciendo eso, tú estás diciéndole a ellos que tú entiendes la decisión que ellos han tomado, que las respetas y que los admiras por eso.